Hay muchos clientes que siempre están quejándose en el departamento de atención al cliente y algunas veces aunque con razón, otras son simples repeticiones que por ser demasiado perfeccionistas suceden, dejando al personal de nuestra empresa cansado.
De todas maneras, nunca hay que perder la sonrisa con los clientes. Hazles saber cómo actuar, siempre sin perder la paciencia. Lo mejor siempre será poder buscar en cada persona lo mejor de cada uno de ellos. Interésate por lo que tienen que decir.
Quizás a veces, tengan buenas sugerencias acerca del mobiliario, de algún impedimento interno que les hace disfrutar menos de tu local o una opinión acerca de algún producto o del personal. Intenta incentivar las participaciones con cupones descuento. Ellos lo verán como algo positivo y se sentirán bien. Como ves, siempre hay que tener pillería a la hora de llevar un negocio y saber qué hacer para que todo esté de tu lado.
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