Para ser el mejor enfermero siempre tendrás que tener bien claro tu objetivo. No te dejes llevar por temores o ansiedades y siempre intenta liberar al paciente que tienes enfrente del dolor, realizando de manera rápida, efectiva y clara tus actividades.
Algunas veces te llamarán para hacer curas y otras para quitar sangre, para ayudar al médico a suturar o también para realizar actividades complementarias como tomar una muestra de orina o prepararlas para llevar al laboratorio.
Además de la eficacia, un buen profesional de la enfermería siempre tendrá empatía con la persona que va a acudir a él o ella, haciendo que el paciente se sienta cómodo y nada intimidado. Colaborar con el médico es crucial para que las sesiones se realicen de la mejor manera posible, habiendo siempre posibilidades de que se atraigan a más pacientes por la eficacia y estabilidad con la que se atenderá. Comparte porque ¡será de gran ayuda para otros!
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